Vivir con pastores rusos, ¡qué aventura!
La gente diceque su animal favorito es el mejor de todos. Todo el mundo elogia al perro que ama y con el que comparte su vida, sus amigos y su hogar. Tanto si hablamos de nuestra raza favorita como de nuestro compañero personal, siempre tendemos a atribuirle todas las cualidades. Nunca somos objetivos cuando hablamos de nuestros seres queridos. Durante muchos años hemos visto crecer y desarrollarse a nuestros perros. Queríamos compartir con ustedes algunas observaciones.
Con respecto a su educación
En general, las hembras parecen tener un carácter bastante flexible y obedecen con bastante facilidad. En cambio, el macho parece ser más testarudo. A partir de los seis meses, su carácter se afirma: tiende a querer imponerse a las hembras y a otros machos, sea cual sea su estatus jerárquico y fuera de su territorio. Este periodo es normal en la construcción de su carácter. En un humano, corresponde a la adolescencia. Además, no olvidemos que el Youjak es un perro dominante. Corresponde al líder de la manada, es decir, al amo, refrenar su deseo de dominar y controlarlo en cualquier circunstancia.
A medida que el Youjak crece, se vuelve más maduro. Su comportamiento se vuelve más asertivo. Dentro de la manada, las relaciones se vuelven más organizadas y jerárquicas.
Relaciones con los humanos
Como muchos grandes protectores, el Pastor Ruso divide el mundo en dos categorías: la familia y el territorio cercano... y el resto. Por su carácter, es indiferente a los extraños. Fuera de su territorio, no va hacia ellos espontáneamente y no se deja tocar fácilmente.
Así que cuidado con los intentos un tanto invasivos de acariciarle...
Es un perro a la vez distante y afectuoso. Distante, porque es capaz de permanecer varias horas lejos de su amo, vigilando. Hay que aceptarlo.
Cariñoso, porque es como todos los mamíferos sociables: alterna durante su desarrollo periodos de juego, de calma, de guardia y de mimos.
Estos últimos son muy importantes. El perro necesita ser reconocido por su amo. No se le debe apartar durante estas sesiones, en las que muestra una ternura a veces invasiva. Nuestros cuatro perros no son una excepción a la regla: ¡no dudan en subirse tranquilamente al sofá donde pensabas ver la televisión para exigir que les acaricien! Es un momento especial en la relación con ellos. El "encanto eslavo" hace entonces su efecto...
Por otro lado, las caricias deben cesar cuando tú lo hayas decidido. Usted es el amo y debe seguir siéndolo.
Este equilibrio también debe encontrarse fuera del territorio: está fuera de lugar presentar en las exposiciones caninas perros tristes, dominados, con la nariz irresistiblemente atraída hacia el suelo. El Pastor Ruso es sin duda un perro tranquilo, pero orgulloso. |