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El Pastor del Cáucaso es un perro guardián, una tarea para la que probablemente siempre estuvo destinado.
Su actitud, su modo de andar y su carácter indican que se utiliza para la defensa y no para el pastoreo, aunque sin duda debe haber desempeñado ambas funciones en el pasado. Hoy es un perro fuerte, equilibrado, tranquilo pero extremadamente reactivo. Su temperamento tranquilo esconde unas facultades defensivas y ofensivas impresionantes. Si no le queda más remedio, el pastor caucásico puede utilizar su poderosa mordedura. Muy valiente, es dócil y amistoso con su amo si ha sido criado de forma suave y amistosa.

En casa, es protector, sensible y amable, lo que no le impide ser independiente.

Es un perro muy inteligente y autónomo que sabe analizar las situaciones para intervenir de forma adecuada y apropiada. Sus pasiones: ¡quererte y protegerte siempre que sea necesario! Es un guardián excepcional con un agudo sentido del oído.

Con un valor excepcional, el pastor caucásico defiende a su familia sin echarse nunca atrás, e incluso puede llegar a ser muy agresivo si siente que su familia está amenazada. La defensa es su modo de vida.

Indiferentes a los extraños, pueden volverse mordaces si se les provoca: ¡cuidado con las caricias impuestas por un desconocido y los gestos torpes! Necesita hacer ejercicio para desahogarse y mantenerse en forma. Puede ser un buen perro de compañía porque es cariñoso y paciente. También se lleva bien con otros perros y gatos si se ha criado con ellos.

Su carácter protector innato lo convierte en un perro especial, que no debe ponerse en todas las manos. Se adapta mejor a un propietario activo y experimentado que tenga experiencia con protectores grandes. La falta de formación puede tener consecuencias muy graves y, desgraciadamente, conducir al abandono.

Por último, un espacio demasiado pequeño (plano) podría ser perjudicial para su equilibrio físico y mental.

 

página actualizada el 26 de febrero de 2023